El nuevo año suele venir acompañado de nuevos propósitos, cambios y proyectos. Quizás estés pensando en cambiarte de casa. Si es así, pero ya estás pagando una hipoteca, no es necesario que tengas dos hipotecas o que esperes a vender tu vivienda actual. ¿La solución? La hipoteca puente.
¿Qué es una hipoteca puente?
La hipoteca puente es un préstamo pensado para las personas que quieren comprar una nueva vivienda, pero que todavía están pagando la que ya tienen. Básicamente, esta hipoteca lo que te permite es aunar las dos hipotecas en una pagando una sola cuota. Eso sí, con el compromiso de que tendrás que vender tu vivienda actual en un plazo de tiempo determinado.
Este tipo de hipotecas tiene una particularidad importante, y es que, te permite elegir entre tres tipos de cuotas hasta que consigas vender la primera vivienda:
- Cuota reducida, en la que pagarás un importe mensual más bajo al que tendrás que pagar una vez vendida tu vivienda.
- Cuota con carencia de capital, en la que sólo pagarás los intereses del préstamo, y no el capital pendiente. Esto hará que la cuota sea más baja de lo que sería normalmente.
- Cuota normal, en la que pagarás intereses y capital como en cualquier hipoteca tradicional.
¿Qué requisitos debes cumplir para pedir una hipoteca puente?
Lo primero que hará tu banco será analizar tu solvencia y comprobar que eres un buen pagador. A parte de esto, el banco no te pedirá que cumplas ningún requisito especial en comparación con tu otra hipoteca.
Comprobará el nivel de ingresos, tanto tuyo como de todos los titulares del préstamo hipotecario, tu estabilidad laboral, la existencia de deudas o impagos de la primera hipoteca y todos los aspectos que influyen al pedir cualquier préstamo hipotecario.
Ventajas e inconvenientes de la hipoteca puente.
Una de las ventajas principales de este tipo de hipoteca es que te permite comprar una nueva vivienda sin haber vendido la tuya. Además, te da más tiempo para vender tu casa sin prisas, evitando así, que a causa de éstas la acabes vendiendo por menos cantidad de lo que deberías.
Teniendo en cuenta estas ventajas, debes saber que con este tipo de hipotecas asumes un mayor riesgo, ya que si no puedes pagar las cuotas, estarás haciendo frente a una deuda con ambas viviendas. Además, si no vendes la casa en el periodo de tiempo acordado, la cuota mensual incrementará y la hipoteca te acabará saliendo más cara.
Alternativas a la hipoteca puente
Además de este tipo de hipoteca, para comprar una segunda vivienda cuando aún estás pagando otra sólo tienes dos opciones más: o solicitar una nueva hipoteca, lo que te obligará a hacer frente a dos hipotecas a la vez, o esperar a vender tu vivienda actual para comparte la nueva.
Si no consigues decidir cuál es la mejor opción para ti, recuerda que en Ferco Gestión estamos a tu servicio para asesorarte y acompañarte en todo el proceso, asegurándonos de que tomas la mejor decisión.
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