Piso bien situado, zona inmejorable, listo para entrar a vivir, buena iluminación, ascensor, acabados de primera… y lo mejor: el precio es una ganga. Tentador, ¿no? Tal vez hayas encontrado, por fin, el chollo que buscabas. Pero también es posible que haya gato encerrado. Como dice el refrán: no es oro todo lo que reluce. Te animamos a considerar estas ofertas porque podrían ser buenas, pero por si acaso, aquí van algunos consejos que te ayudarán a diferenciar una oportunidad única de un posible timo o de una situación embarazosa.
1. No des nada por hecho: ¿es el vendedor el auténtico propietario del piso? Exige el título de propiedad antes de firmar nada. Podrás obtenerlo en el Registro de la Propiedad. A veces puede ocurrir que el inmueble pertenezca a varios propietarios, y que tu interlocutor sea solo uno de ellos. ¿Sabemos seguro que el resto de propietarios están informados de la venta y de acuerdo con las condiciones? El día de la firma esto será imprescindible.
2. Asegúrate de que está libre de cargas. Esto es más importante de lo que parece: imagínate que el propietario ha concedido a un tercero el usufructo (uso real) de la vivienda. Te ahorrarás sorpresas desagradables como, por ejemplo, que haya un embargo pendiente sobre el piso o casa.
3. Desconfía de la palabra ‘ganga’. Esta regla no siempre es útil, es cierto. Pero piensa que nadie quiere vender un piso por menos de lo que vale, así que hay que ser cautelosos antes de dar por bueno que esa ‘ganga’ o ‘chollo’ lo es realmente.
4. Investiga. No te cortes: pregunta a algún vecino sobre el piso que te interesa. Piensa que la casuística puede ser muy extensa: ¿Hay rumores de una expropiación forzosa para el futuro? ¿Tal vez el piso sufre algún defecto estructural? ¿La comunidad de vecinos está a punto de tirar adelante alguna reforma ambiciosa que exigirá un desembolso importante?
5. Observa el entorno. ¿Hay oferta de servicios cerca del piso o casa que quieres comprar? ¿Funcionan correctamente los suministros de electricidad o agua? (especialmente en urbanizaciones aisladas). ¿El acceso por carretera es fácil?
6. ¿Tiene cédula de habitabilidad? Este punto es un clásico: un piso con muy buena pinta y un fantástico precio… en el que no se puede vivir. El documento que certifica esta condición esencial es la cédula de habitabilidad. A veces este certificado no existe porque el propietario no lo ha gestionado, o porque las condiciones de habitabilidad no son buenas y no se lo han concedido. Comprar un piso que no tenga este documento se convertirá en un obstáculo insalvable cuando necesites dar de alta determinados suministros básicos.
7. ¿Pasó el piso la ‘ITV’? Desde 2011, es obligatorio que los pisos con más de 50 años de antigüedad (si están en ciudades de más de 25.000 habitantes) pasen la Inspección Técnica de Edificios, una especie de ‘ITV’ para edificios. Esta antigüedad puede cambiar en cada comunidad autónoma (por ejemplo, en Catalunya el límite son 45 años, y Madrid tiene una norma propia que establece el listón en 30 años).
8. Nunca hagas pagos por adelantado. Un fraude habitual es cobrar una cantidad –por ejemplo, 5.000 o 10.000 euros– en concepto de ‘reserva’. No pagues nada hasta haberte asegurado de los puntos que hemos ido repasando previamente.
9. No firmes nada al momento. Todos los documentos –incluido el notario– pueden esperar a mañana. Por mucho que un presunto chollo esté vinculado a una compra rápida, y por muchos pretendientes que tenga supuestamente ese piso/casa, nos la jugamos si firmamos un documento que no hemos podido analizar con calma. No te dejes presionar: nadie, por muy persuasivo que sea, te puede obligar a firmar un documento sin tiempo para analizarlo.
10. Busca asesoramiento. Este artículo tal vez te ayude a pensar en algunas claves, pero ni este ni ningún otro artículo podrá sustituir a un profesional que te asesore. Busca a alguien de tu confianza antes de formalizar la venta y te ahorrarás disgustos.